martes, 22 de junio de 2010

Viva la Muerte!


Bueno,seguimos con la "memoria histérica",esta me toca de cerca al ser en mi ciudad.
Ya hace tiempo que se aprovó la retirada de símbolos fascistas,entre los cuales se incluía la retirada de la estatua de Millan Astray,motivos,supuesto símbolo fascista,y,que tiene de fascista??El ser levantada en los 70??El que el militar en cuestión estuviese en el bando sublevado??Pero,cual fue el motivo de esta estátua??Pues fue el siguiente:
1º:de la ciudad de La Coruña(que no,A Coruña) a uno de sus ciudadanos ilustres,que,para bien o para aml,Astray es ilustre.
2º:Estatua dedicada al fundador de la legión,cuerpo del ejercito español activo en la actualidad y existente desde 1920.
Ambos motivos figuran en la placa de la estatua,y figuran así en el motivo de colocación d ela misma.
Motivos por los que no debería ser retirada:
Primeramente,la ley de memoria "Histérica" solo afecta a los actos cometidos entre 1936-75 infringiendose el principio de tempus regit actum,esto descarta a esta estatua ya que los motivos de su colocación y los honores rendidos fueron otorgados entre 1920 y 1923.
En segundo lugar,el artículo 15 no la debe afectar ya que "no exalta el golpe militar,ni la Guerra Civil,ni la represión de la dictadura".
Como esto es más que suficiente para hechar por tierra cualquier intento,los propios redactores de esta ley intentan saltarsela a la torera recurriendo a decir que Astray fue un general sublevado contra la"democracia"(así la llaman ellos)republicana,muy activo en la Guerra Civil como jefe de prensa y propaganda del régimen franquista.
Pero claro,se les olvida que su propia ley les impide juzgar actos o méritos previos al 36,y tampoco pueden denegar honores,sean de la fecha que sean,dedicados a acciones previas a estes años por mucho que les joda.
Aun a pesar de esto siguen queriendo retirarla,cual es el motivo real,el revanchismo,el maldito revanchismo,el problema es que no se dan cuenta que a las revanchas las suceden otras,siempre ha sido así en España y parece que insistimos en que siga así.
Somos como viejos traumatizados,llorando atenazados por recuerdos y traumas pasados,viviendo con ellos en lugar de mirar al futuro,anclándonos en nuestro pasado.
España sigue sin dejar de mirar al pasado para hecharlo en cara,pero no para aprender de él.
Por que cayó el imperio romano?Su pueblo se volvió vago y hedonista,corrupto e ignorante,despreció el oficio armado,despreció el ejercicio de la ciudadanía activa,su ejercito cayó en manos bárbaras,la cultura decayó y su sociedad desapareció.Así terminaremos nosotros,esta es la historia de todas las sociedades en decadencia,y esto nos pasará a nosotros por ese grupo de políticos rencorosos y revanchistas que tenemos.

sábado, 19 de junio de 2010

De heroes y villanos

Bueno,hoy no voy a poner verde a nuestros queridos políticos,hoy toca dar un poco por culo a la miol veces maldita Albion y a sus perros,y,a su vez,rocordar a uno de nuestros grandes heroes que les mojó la oreja de la forma más horrible para ellos,por algo se empeñan tanto en olvidarse de esta batalla:

La Invencible inglesa en Cartagena de Indias (Marzo de 1741)



El Almirante Patapalo D. Blas de Lezo, General de la Armada
Nació en Pasajes (Guipúzcoa). En 1701 ingresó como guardiamarina yen 1704, ya iniciada la Guerra de Sucesión española, entró en combate comotripulante de la escuadra francesa que se enfrentó a las fuerzas combinadasde Inglaterra y Holanda en batalla librada frente a Vélez Málaga y en la queperdió la pierna izquierda por una bala de cañon, mostrando en el terrible trance tal sangre fría que admiró al mismo Almirante. Su intrepidez y serenidad en el combate fue premiado con elascenso a alférez de navío y luego a teniente de navío. Participó en ladefensa del castillo de Santa Catalina en Tolón donde perdió el ojo izquierdo. Ostentó el mando de diversos convoyes que socorrían a Felipe V en Barcelona burlando lavigilancia inglesa. En uno de ellos fue rodeado por fuerzas superiores, y apurado supo salir incendiando alguno de los buques que le seguían lo que rompío el círculo que le rodeaba.

En 1713 fue ascendido a Capitán de navío,y un año más tarde fue destinado al segundo sitio de Barcelona donde perdió el brazo derecho. En esa época, y al mando de una fragata, hizo once presas a los británicos entre ellas la del emblemático Stanhope, buque bien armado y pertrechado.Terminada la Guerra de Sucesión se le confió en 1723 el buque insignia Lanfranco y el mando de la Escuadra de los Mares del Sur,. limpiando de piratas las costas del Pacífico y capturando doce naviós holandeses e ingleses.

Contrajo matrimonio en el Perú en 1725 y en 1730 regresó a España siendo ascendidoa Jefe de la Escuadra Naval del Mediterraneo. Se trasladó a la Republica de Genova para exigir el pago de los 2.000.000 de pesos pertenecientes a España retenidos en el Banco de San Jorge, y que en desagravio se hiciera un saludo excepcional a la bandera española sopena de bombardear la ciudad. Ante la enérgica actitud el Senado genovés cedió de inmediato.

En 1732 y a bordo del Santiago hizo una expedición a Orán comandando 54 buques y 30.000 hombres. Orán fue rendida pero Bay Hassan reunió de nuevo tropas y sitió la ciudad poniéndola en grave aprieto. Lezo acudio en socorro con seis navios y 5.000 hombres logrando ahuyentar al pirata argelino tras reñida lucha. Persiguió su nave capitana de 60 cañones que se refugio en la bahia de Mostagán defendida por dos castillos y 4.000 moros. Esto no arredró a Lezo, que entró tras la nave argelina despreciando el fuego de los fuertes incendiándola y causando además gran daño a los castillos. Patrulló luego durante meses aquellos mares impidiendo que los argelinos recibieran refuerzos de Constantinopla hasta que una epidemia le forzó a regresar a Cadiz.
En 1734 el Rey premió sus servicios promoviéndolo a General de la Armada. En 1737 regresó a América con los navios Fuerte y Conquistador y fue nombrado Comandante General de Cartagena de Indias, plaza que defendió de los embates del almirante inglés Sir Edward Vernon, página gloriosa de las armas españolas

La Invencible inglesa contra Cartagena de Indias (1741)
La derrota de la Armada Inglesa en Cartagena de Indias en el siglo XVIII es un acontecimiento silenciado en la historia inglesa y desconcocido para la gran mayoría de españoles. La Historia está hecha de muchas mentiras, silencios y exageraciones y ésta página gloriosa de la época colonial está injustamente olvidada por el saber popular español y merece la pena contribuir a su difusión.

En Octubre de 1739 Inglaterra declara a España la guerra de la oreja de Jenkins y planea tomar la ciudad donde confluyen las riquezas de las colonias españolas, Cartagena de Indias (Colombia), dominar el comercio en el Caribe y, en una operación combinada con las fuerzas del Comodoro Anson que con el navio Septrentión y dos buques menores acosaba las colonias del Pacifico Sur, aniquilar el imperio español en América.

Aunque el origen de la guerra fue la rivalidad comercial entre las dos potencias, la causa inmediata de la conflagración fue un incidente cerca de la costa de Florida cuando el capitán de un guardacostas español, Juan León Fandiño, interceptó el Rebbeca al mando de Robert Jenkins y le hizo cortar a éste una oreja; después de lo cual le liberó con este insolente mensaje: "Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve". Este suceso enardeció a la opinión pública inglesa y dió lugar a que su Gobierno, presidido por su Primer Ministro Mr. Walpole, declarara la guerra a España presionado por comerciantes de la City que apetecían la conquista de nuevos mercados.

El 13 de Marzo de 1741 apareció por "Punta Canoa", poniendo en vilo la ciudad de Cartagena, la mayor flota de guerra que jamás surcara los mares hasta el desembarco de Normandía: 2000 cañones dispuestos en 186 barcos, entre navíos de guerra, fragatas, brulotes y buques de transporte. La flota, muy superior a la Invencible de Felipe II que sólo disponía de 126 navíos, está dirigida por el almirante Sir Edward Vernon y transporta 23.600 combatientes entre marinos, soldados y esclavos negros macheteros de Jamaica. En la expedición vienen 4.000 reclutas de Virginia bajo las órdenes de Lawrence Washington, medio hermano del futuro libertador George.

Las defensas de Cartagena no pasaban, en cambio, de 3.000 hombres entre tropa regular, milicianos, 600 indios flecheros traídos del interior más la marinería y tropa de desembarco de los seis únicos navíos de guerra de los que dispone la ciudad: el Galicia que era la nave Capitana, el San Felipe, el San Carlos, el Africa, el Dragón y el Conquistador.

Este pequeño contingente está dirigido por hombres decididos a defenderse hasta morir: el Virrey Sebastián de Eslava, Teniente General de los Reales Ejercitos con larga experiencia militar, y bajo su mando, pero en el mar, el celebre General de la Armada D. Blas de Lezo, lobo de mar que ya ha participado en 22 batallas y expediciones navales perdiendo la pierna y el ojo izquierdo en Málaga y Toulon y quedándole lisiada la mano derecha en Barcelona. Seguían en la jerarquía el Mariscal de Campo D. Melchor de Navarrete, Gobernador de la ciudad, a cuyo cargo quedó la parte administrativa y el abastecimiento de víveres, y el Coronel D. Carlos Des Naux, Ingeniero militar y Director de obras de fortificación, quien actuó primero como Castellano del Castillo de San Luis de Bocachica y luego como Castellano de San Felipe de Barajas. Aunque con algunas discrepancias de criterio en materia estratégica entre Blas de Lezo y el Virrey los cuatro hombres lograron por fin unificar su acción baja la dirección de Eslava y resistir a pie firme el embate inglés.

Años antes Vernon ya había merodeado dos veces Cartagena, y trazando círculos de buitre se había presentado frente a la bahía, pero Lezo lo había puesto en fuga con maestría de consumado marino. En la primera ocasión cerró el puerto con cadenas y situó sus buques en Bocachica para que los ingleses no pudieran entrar sin batirse con ellos e instaló en tierra un grueso cañón de 18 libras de su nave capitana lo que sorprendió al enemigo al contestar con artillería por un lado de la ciudad que consideraban desguarnecido. En la segunda dispuso sus naves de manera que con su fuego se encerrará a los navios ingleses dentro del campo de tiro largo y corto, los cuales de nuevo sorprendidos abandonaron la zona.

Ahora Vernon, envalentonado tras una acción de rapiña en la mal defendida ciudad de Portobelo (Pánama), vuelve con efectivos considerables y escribe a Lezo cartas desafiantes. Éste, como buen vasco, es tozudo y quisquilloso en cuestiones de honor: 'Hubiera estado yo en Portobelo, no hubiera Usted insultado impunemente las plazas del Rey mi Señor, porque el ánimo que faltó a los de Portobelo me hubiera sobrado para contener su cobardía..."

Vernon despliega la flota bloqueando la entrada al puerto, y tras silenciar las baterías de "Chamba", "San Felipe" y "Santiago" desembarca tropas y artillería. Es tan impresionante el despliegue de barcos en el horizonte que algunos vecinos consideran la situación perdida y procuran ponerse a salvo. Vernon ordena un cañoneo incesante que durará 16 días y noches al castillo de San Luis de Bocachica con un promedio de "62 grandes disparos por hora". El castillo está defendido por 500 hombres al mando de Coronel Des Naux. Por su parte Lezo coloca cuatro de sus navíos, el Galicia, el San Felipe, el San Carlos y el Africa del lado interior de la bahía y en las proximidades del Castillo para apoyarlo con sus cañones. Aunque la defensa de Bocachica fue heroica con Lezo y Des Naux peleando en primera fila los defensores han de evacuarlo ante la abrumadora superioridad enemiga. Lezo hace barrenar e incendiar sus buques para obstruir el canal navegable de Bocachica, cosa que consigue parcialmente ya que el Galicia no coge fuego a tiempo. Sin embargo, se ha logrado retrasar el avance inglés de forma considerable y ello favorecerá el desarrollo de epidemias entre los asaltantes.

Los defensores optaron por replegarse totalmente a la Fortaleza de San Felipe de Barajas, motivo por el cual ni siquiera intentaron la resistencia en el Castillo de Bocagrande. Y muy contra la voluntad de Lezo, que trató de evitarlo hasta el fin pero se vió obligado por disciplina, se hundieron los dos únicos navíos que quedaban, el Dragón y el Conquistador, con el ilusorio objeto de impedir la navegación por el canal de Bocagrande. Pero al igual que en Bocachica, el sacrificio resultó en vano pues los ingleses remolcaron el casco de uno de ellos para restablecer el paso y desembarcaron en las islas de Manga y Gracia dejando a un lado el Fuerte de Manzanillo. Hecho lo cual, un regimiento de colonos norteamericanos al mando de Lawrence Washington tomaron la colina de la Popa próxima ya a San Felipe de Barajas y que había sido abandonada por los españoles.

Vernon entró entonces triunfante en la bahía con su buque Almirante con las banderas desplegadas y el estandarte de General en Jefe escoltado por dos fragatas y un paquebote, y dando la batalla por ganada despachó un correo a Jamaica e Inglaterra con tan fausta noticia. Tras ello ordena el desembarco masivo de artilleria y cañonear el Castillo de San Felipe desde mar y tierra con el fin de ablandar la resistencia final. La defensa está formada por sólo 600 hombres bajo el mando de Lezo y Des Naux. Éste ya había resistido en Bocachica e iba a batirse de nuevo contra el empuje inglés hacia la fortaleza de San Felipe.

La defensa fue numantina y la batalla violenta. Al fin Vernon resuelve que la infantería tomará fácilmente la fortaleza pues se encuentra con daños considerables. La noche del 19 al 20 de abril se dan los hechos decisivos, los atacantes al mando del General Woork avanzan entre sombras en tres columnas de granaderos y varías compañías de soldados, además de los esclavos macheteros jamaicanos que van en vanguardía. Su progresión es lenta por el pesado equipo de guerra que transportan y por el fuego de fusilería desde las trincheras y lo alto de la fortaleza. El avance se frena ante las murallas ya que por imprevisión la longitud de las escalas para salvar el foso resultan cortas y los atacantes quedan aturdidos al no disponer de fajinas y materiales para facilitar la aproximación al fuerte. Los defensores arrecian en su fuego nutrido y certero desde lo alto, lo que origina una mortalidad espantosa.

Al alba un macabro espectáculo de muertos, mutilados y heridos vagando como espectros aparece alrededor de San Felipe haciendo evidente la hecatombe inglesa. La salida de los españoles que cargan a bayoneta calada provoca la huida desordenada de los asaltantes que pierden cientos de hombres y todos sus pertrechos.

El bombardeó inglés prosigue desde el mar 30 días más sin un objetivo claro, pero el cólera y el escorbuto comienzan a provocar decenas de muertos que flotan en la bahía lo que hace la situación desesperada. Vernon, altivo y malgeniado, recrimina al parsimonioso General Wentworth, Jefe Supremo de las tropas de desembarco, por el ignominioso fracaso y las desavenencias llegan a un punto insostenible. Al fin el Alto Mando inglés ordena la retirada, lo que se realiza de forma lenta y sin cesar de cañonear la ciudad hasta que "no quedó ninguna vela inglesa". Los últimos veleros parten el 20 de Mayo, pero los ingleses han de incendiar cinco de ellos por falta de tripulación. En el regreso a Jamaica hunden otro y cada barco parece un hospital.
El almirante británico,antes de retirarse envia un comunicado a Lezo diciendo que solo se repliega a reordenar estrategia,pero que volverá,a lo que nuesto heroe le responde que sí,que vuelva,que lo estará esperando,pero que se busque otra tripulación,que esa no volvería ni por todo el oro de Inglaterra y que s econsiga otra flota,que la que comanda ya no sirve ni para transportar carbón de Irlanda a Gran Bretaña.

Mientras en Inglaterra se supone como cierta la victoria con arrogancia y orgullosa satisfacción. Aún se desconoce el infausto final y se acuñan medallas conmemorativas mostrando a Lezo arrodillado ante Vernon entregándole la espada con la inscripción "el orgullo español humillado por Vernon". En ellas el vencido aparece con dos piernas, dos ojos y dos brazos para obviar que es un hombre lisiado. En el reverso había seis navios y un puerto, y alrededor la inscripción: quien tomo Portobelo con solo seis naviós, Noviembre de 1939. Éstas medallas, de las que se conservan algunas todavía, fueron motivo de burla durante mucho tiempo por parte de los enemigos de Inglaterra, "debiendo ser en sus autores tanta mayor la vergüenza cuanto fue mayor su ligereza y arrogancia".


Semanas después Lezo malherido y extenuado por la batalla se hunde en las tinieblas del olvido. Sus últimos momentos se enmarcan dentro de la ingratitud y la amnesia de un camastro en algún hospital de Cartagena. Su cuerpo cercenado se deposita sin honores y se ignora donde esta enterrado.
Vernon, sabedor de la muerte de Lezo, rondó de nuevo Cartagena en 1742 con 56 navios, pero sus espías le informaron de la reparación de las defensas y de la presencia del Virrey Eslava en la ciudad por lo que no se decidió a atacar y partió a enfrentarse al juicio de la historia. Murió en 1757 repudiado y olvidado por su pueblo, y el rey Jorge II prohibió toda publicación sobre el asalto a Cartagena que quedó así sepultado en la historia. Inglaterra no volvió a amenazar seriamente al Imperio español que subsistió un siglo más. España, en cambio, contribuyó añós más tarde al desmoronamiento de las colonias inglesas en Ámerica, hecho que también ha tratado de silenciarse: España en la Guerra de Independencia y Bernardo de Gálvez (1746-1786) .Poco después de ello los ingleses promoverían la figura de Nelson para elevar la moral y el patriotismo ante la amenaza napoleónica.
El asalto a Cartagena de Indias pasó así a ser un anecdótico episodio de mala suerte debido a enfermedades tropicales mal conocidas. El propio Nelson fue en cierto modo víctima de esta conspiración de silencio. Poco después de afirmar que los Dons sabían hacer barcos pero no pelear tuvo que retirarse humillado y sin su brazo derecho tras el intento de captura de Tenerife (Julio de 1797), cosa que también daba por hecha, y entregar su vida en Trafalgar ante los Dons que pelearon de forma valiente bajo un inepto mando francés.

Y los españoles, por contra de los ingleses, somos tan miserables que nos avergonzamos de nuestras hazañas y hurtamos al saber popular figuras como la de Blas de Lezo y Olavarrieta, marino español y vasco de Pasajes (Guipuzcoa). Su legendaria vida, y anónima muerte, contribuyó a cambiar la historia en América y no desmerece frente al mejor guión de aventuras de Hollywood.

Todo lo que se pueda hacer por difundir esta figura silenciada por unos y olvidada por otros parece insuficiente. Su lugar en la historia ha de estar junto a los grandes nombres de la época colonial. Por mi parte sólo espero que mediante esta página contribuya, aunque fuera de forma modesta, a lograr ese objetivo.

Pero,despues de todo esto,algunos siguen recordando,en el ejercito,por ley,siempre debe existir un barco que porte tan honorable nombre como es Blas de Lezo.


martes, 1 de junio de 2010

El enemigo en Casa


Bueno,esto ya es el colmo,hace poco ya dije unos de los cuantos méritos de la mujer esa que se encarga de la destruc....esto,de la defensa de España.Bueno,a lo que iba,no contenta con recortarnos nuestro gran sueldo,si,nuestro todopoderoso sueldo de apenas 1000 euros,al que le recortan un 5%,esto es unos 30,a mayores sigue planteandose quitarnos el complemento,que eso son unos 200,claro,nos estás dejando en los 800 euros o menos,ya me dirán a donde vamos con eso los destinados en Madrid,por ejemplo,con lo barata que es la vida allí....Per bueno,este no es el tema,que ya me explayaré en el a su debido tiempo....
No,el tema que nos atañe es otro,el hecho de negarnos uno de los pocos derechos que aun teníamos,que si,que ya dije que no podemos tener algunos por lo que somos,pero otros si que nos son innegables,uno de ellos,la libertad de culto.
Ahora nuestra querida ministra(notese la ironía) nos prohíbe rendir honores militares ni participar en actos religiosos,aun cuando en muchos casos estos actos son centenarios,y cuentan con el apoyo popular.Ya no volverán los legionarios a portar el Cristo de la Buena Muerte,no volverán los alabarderos a portar al suyo,porque??Porque una zorra roja quiere hundir el ejercito español.Y,digo yo,que derecho tiene esta mujer a decir a quien podemos o no podemos rendir culto??Si las órdenes religiosas se quejan de esta prohibición,si los fieles se quejan,si los militares nos quejamos,porque se nos prohibe???
Porque dice que no se prohíbe,ya que dice que podrá hacerse sin ser en nombre d ela unidad,osea,puedes ir vestido de soldado,pero no participar activamente,y,si vas,es por cuenta propia,pues mire usted mi señora,por llamarla algo,sepa,que hasta ahora nadie iba obligado a estes actos,íbamos voluntarios,en todos los casos por razones de fé,no por obligación.
Por supuesto,la señora tambien prohibe cualquier misa militar,y,entonces,si me voy de misión a un país musulman,y quiero practicar mi religión que hago,voy a una mezquita???Porque según esa prohibición no se puede dar misa en recintos militares,con o cual,están rompiendo un derecho fundamental,como es mi libertad de culto.
Y,bueno,para finiquitar esto,por si no fuera grave de por si,se prohibe tocar en cualquier acto no militar,a los grupos de música militares el himno nacional,osea,se nos prohíbe tocar el himno español fuera de los cuarteles prácticamente,bien señora ministra,señor Zapatero y demás lacayos y escoria diversa,se van luciendo poco a poco,se que querrían que tocáramos la internacional,el himno de Riego,o que rezáramos a Mahoma,pero,mis buenos señores,Somos españoles,y de ser españoles nos enorgullecemos,ustedes son meros despojos que algún día,si existe la justicia,alguien hará que paguen por sus crímenes,que tratan de ocultar con un marco de falsa legalidad.
Por mucho que les joda,nuestro himno es el himno español,nuestra fé,es nuestra,si somos cristianos,es lo que hay,no somos vulgares moros mahometanos o rojos ateos,no mis buenos señores.Siento decirles que las cosas son así,tarde o temprano,cosecharán lo que siembran.
Tarde o temprano,nuestra paciencia se agotará,y ya estamos teniendo demasiada,permitiendo demasiado,dejándonos pisar,pero,mis señores,solo les recuerdo,no es la primera guerra que ganamos.